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Lo siento mucho si el post es un poco largo, pero hoy tengo muchas cosas que contar.
En el post anterior dije que el finde pasado no pintaba bien porque no paraba de llover. Al día siguiente de decirlo, amaneció con un sol brillante y empecé a montar planes.
Pasamos el día dando vueltas por la ciudad con los cubanos y por la tarde llame a Pritom. El día anterior había sido su cumpleaños y tenia ganas de celebrarlo con él y sus amigos.
Al poco rato de llamarle me vino a buscar y me dijo que iríamos a cenar todos fuera. ¿Todos? pregunté. El me contesto un: seremos seis, no te preocupes.
Me subí en su moto y fuimos dirección a oeste de la ciudad.
Cada salida en moto conozco nuevos lugares y Pritom, haciendo gala de lo buen amigo que es, me hace recorridos más largos con el fin de enseñarme más partes de la ciudad.
Después de una hora subidos en la moto llegamos a lugar donde habíamos quedado. Fuimos los primeros en llegar y dado que el restaurante al que íbamos era nuevo empezamos a buscarlo para que una vez llegaran todos no tuvieran que esperar. Empezaron a llegar y aún no lo habíamos encontrado así que antes de seguir buscando empezó a presentarme a sus amigos.
Los primeros en llegar fueron una pareja de recién casados amigos de la infancia de Pritom, son todos del norte, del estado conocido como “las siete hermanas”, han vuelto a encontrarse en Bangalore y para Pritom son como sus hermanos, de hecho no me los presento por su nombre sino como sus hermanos. Poco después llegó otro amigo suyo, este era de Bangalore y lo había conocido durante los 6 años que lleva viviendo en la ciudad.
Mientras esperábamos a los últimos preguntábamos a la gente si conocían un nuevo restaurante chino llamado Beijin, nadie lo conocía.
Empecé a hablar con la chica recién casada / hermana de Pritom y mientras le explicaba donde vivía me dijo: mira, allí están, ya llegan, son mis cuñados y mi suegra!!!!! Me di la vuelta y vi a una chica muy mona con un recién nacido en brazos y un tipo de unos 30 años ayudando a cruzar a una abuelita que parecía sacada de un cuento. Jajaja una situación muy surrealista.
Alguien consiguió averiguar en que dirección estaba el restaurante así que emprendimos rumbo a él y después de 5 minutos andando, lo encontramos!.
La suerte estuvo de nuestro lado, éramos 8 personas y encontramos sitio, estaba lleno hasta los topes!
La comida era muy buena y pase un rato muy divertido. El homenajeado pagó la cuenta a pesar de que insistí en pagar una parte, todo costó 27 euros!!! Flipar!!!!!!!
Aqui estamos todos!
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A la salida, el matrimonio, su hija y la abuelita que no habló en toda la comida, cogieron un “OTO“ y se fueron a su casa, nosotros nos quedamos hablando un rato más.
Mantuvimos una conversación totalmente monotemática sobre su cultura y sus tradiciones. Me lo querían explicar todo!!! Y yo quería saberlo todo! así que hubo muy buena conexión.
Me explicaron porque las mujeres llevan el topo en la frente, unas por estética y las que lo llevan de color rojo para indicar que están casadas. También me explicaron como se visten las del norte y como se visten las del sur, las primeras con vestido de dos piezas y los segundo con una pieza entera. Me explicaron también en que dioses creían, cada uno tenia el suyo particular, hay más de 60 a escoger y de pequeños se deciden por uno.
Fue gracioso cuando cada uno me dijo en el que creían, uno en Ghanesa, el otro en Brahma... hasta que me viene uno de ellos súper motivado y me dice: Tío! Yo creo en el mejor de todos, en el de la hierba, en el de la marihuana, en Shiva, después de pronunciarlo, puso las manos juntas en señal de oración y me dijo: yeah man!!!! Jajajajaja vaya chalao!
A raíz de los dioses y dado que al día siguiente se celebraba el DIWALI y era festivo, me preguntaron si sabía algo sobre el dios, gracias al cual nadie trabajaba al día siguiente. Ya le había preguntado anteriormente a Pritom mientras íbamos en la moto cual era el motivo de la celebración y “con un par“ me dijo que se celebraba el día en que un dios volvió a la India después de un tiempo de meditación perdido en un bosque, así que les expliqué esa versión.
Después de que todos se rieran de mi cuento, me di cuenta que Pritom no tiene ni papa de su religión. Me miró con cara de cómplice y me dijo: Pepe yo que se, a mi me da igual no creo en nadie y me he confundido de historia...jajajaja me hizo mucha gracia la capacidad que tuvo de sacárselo todo de la manga y de contármelo tan en serio.
Me contaron la verdad sobre la fiesta del día siguiente.
Se celebraba que el dios Rāma (pronunciado Ram) había vuelto de Sri Lanka de rescatar a su esposa, secuestrada por los enemigos.
Este dios según me dijo Pritom de forma muy simpática es el boss, el CEO de los dioses jajajaja el que manda sobre todos los otros.
Ya cuando nos despedíamos, me invitaron a pasar el Diwali con ellos en su casa.
Es un día que se pasa entre amigos tirando petardos para asustar a los malos espíritus y adornando las calles y las casas con muchas luces para guiar el camino a los buenos dioses. Diwali quiere decir camino de luces.
Calle decorada con luces.
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Dicen también que es el mejor día para comprar maquinas y metales preciados ya que si se compra ese día duraran más tiempo. Es por lo tanto muy común ver coches recién salidos del concesionario circulando por las calles, bicicletas recién estrenadas y gente comprando oro en las tiendas.
Es algo parecido a su navidad y dura 3 días seguidos, con petardos cada día.
Puedo asegurar que es mucho más bestia que las fallas y el San Juan.
Al día siguiente había quedado con Pritom a las 17:00 para ir a casa de sus amigos que viven al norte de la ciudad. Como no, llego a las 18:00. Salimos dirección al norte haciendo una parada previa en un superalmacén donde mi amigo había comprado una lavadora y necesitaba que le sellaran la garantía.
Una vez llegamos a nuestro destino, inmediatamente empezamos con los petardos. Nos estaban esperando con muchas ganas y haciendo honor a la tradición, decoraron la casa con velas y luces.
Primera traca de la noche
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La casa era muy humilde pero eso no importa, lo que importa es el buen royo que hubo durante la noche.
La música sonaba muy fuerte mientras unos bailaban, otros tiraban petardos y un nuevo personaje que entró en escena preparaba la cena para todos, este tuvo el detalle de tirarle al pollo solo 10 guindillas y no 20 como solía hacer, lo hizo para que yo pudiera comer! jajajaja.
El nombrado cocinero era un cachondo, le encantaba la coña y su hoby era cocinar (ya he quedado con él para intercambiar recetas). El anfitrión era el DJ y conseguía los otros 3 bailasen mientras yo les miraba atónito!
La anfitriona vio que se me caía la baba y me dijo: ven que te enseño el álbum de mi boda y así aprendes más sobre nosotros.
Abrí el álbum y me empezó a explicar porque llevaban esas ropas, esos tatoos de hena, porque encendían tantas velas y tiraban tantas flores…. Todo muy interesante aunque muchas de mis preguntas no supo contestarlas, era simple tradición. Si supo contestarme porqué el novio llevaba un pañuelo blanco y rojo el cuello. Resultaba ser un pañuelo sagrado que regala el padre y que deben ponerse los del norte el día de su boda.
Pasado el rato apareció el vecino gritando: Happy Diwali! y con una guitarra en la mano!!! Empezaron a tocar sus canciones, yo escuchaba como un niño pequeño! No podía estar más feliz! tenía una sensación de paz y de conexión con ellos que me encantaba!
Pritom tuvo que chivarse de que sabía tocar la guitarra y esta acabó en mis manos. Dije que no conocía ninguna canción india y que mi música no les iba a gustar. Todos me dijeron que lo que querían era verme feliz con la guitarra en las manos, que si yo era feliz ellos también lo eran y que si no conocían mi música les daba igual, se inventarían la letra con tal de que fuera yo el que tocase. Les toqué los acordes de Sweet Jane de Velvet Underground, el cocinero me acompañaba haciendo ritmos con la caja, el anfitrión cantando y el resto tocando palmas. Fue muy divertido pero una vez acabé, ofrecí la guitarra a otro para tocar mas música hindú. La guitarra cayo en manos del anfitrión que al principio de todas las canciones que tocaba decía: Esta es la mas bonita de todas las canciones que se tocar, es mi favorita… jajaja
Después de la sesión de guitarra donde, por cierto, me cargué una cuerda tratando de afinar, empezamos a cenar.
Mientras se preparaban los últimos detalles el propietario de la casa se me acercó y me dijo: mi casa es enana, menos de 20 metros cuadrados, no tenemos agua caliente, lavaplatos ni lavadora pero si tienes el corazón limpio y la mente despejada eres feliz con cualquier cosa y no necesitas nada mas. Totalmente de acuerdo con él, se me puso el corazón en un puño y me entraron ganas de decirle que era el puto amo! Y darle un abrazo!
La cena empezó, con la manos y en el suelo, de forma muy hábil la anfitriona me dio una cuchara.
La comida era excelente, arroz con un pollo “home made”.
Al acabar la cena pusieron una película de DVD y nosotros recogimos para irnos.
En la puerta de su casa, mientras nos despedíamos, Pritom encendió su moto y la chica entró en casa para sacar una cosa. Era un regalo para mí, me estaba dando el pañuelo sagrado del que habíamos hablado mientras me enseñaba las fotos de su boda. No supe como agradecerlo y me subí a la moto hecho puré, es gesto me toco bastante, por mucho que Pritom me dijera que era lo normal…
Ahora estoy en casa y no paro de pensar en esa noche.
Un beso a todos
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